Lord Ruthven aparece en escena
La abadía de Belfont y el priorato de St. Alvin, ambos propiedad de la familia Glenarvon, fueron transferidos, debido a una confiscación de bienes, al señor Lord Ruthven». (Glenarvon).
Glenarvon, una obra escrita por Lady Caroline Lamb y publicada de forma anónima en 1816, antes de que comenzara a extenderse la moda de los vampiros en Inglaterra, cuenta la historia de amor condenada de Calantha, durante la revolución irlandesa de 1798, con un apuesto revolucionario.
En esta historia, concebida por la autora como una venganza personal contra Lord Byron por haberla despechado, es donde aparece por primera vez la figura de Lord Ruthven, el famoso vampiro protagonista del relato (El vampiro) de John William Polidori.
A pesar de que la historia no contiene vampiros reales, sí pueden verse algunas similitudes y características de estos, representados en pasajes en los que se mezclan sucesos realistas y sobrenaturales, con personajes un tanto tétricos y misteriosos, siniestros, llevados, en ocasiones, al espanto o a la locura:
—Movió la cabeza, y entonces, mirándome ferozmente me dijo: ¡Cuidado con Lord Ruthven! (Desde entonces él se llamó así). Nunca podré olvidar su voz.
—Él es un…, él es un…
—¿Un qué? —pregunté ansiosamente.
—No puedo continuar.
El libro fue un éxito instantáneo y contribuyó, especialmente, a que Lady Caroline Lamb fuera eliminada de los círculos de élite y de la noble sociedad de la época, pues en él describió los amores y desamores que mantuvo con Lord Byron mientras estaba casada con William Lamb (con el que siguió casada), vizconde de Melbourne.
Me quedo con tu personaje. No te importa, ¿no?
Tres años después, concretamente en 1819, entró en escena el ya mencionado autor (Polidori) con la publicación de El vampiro, un relato en el que esta vez, Lord Ruthven, que no tenía nada en común con el personaje de Lady Caroline Lamb, salvo el nombre y, tal vez, algún que otro rasgo, sí actuó como vampiro en todo su contexto:
Lord Ruthven había vuelto a presentarse ante él. Y todos los detalles se encadenaron súbitamente ante sus ojos: la daga, la vaina, la víctima, su juramento. ¡No era posible, se dijo muy excitado, no era posible que un muerto resucitara! Era imposible que fuera un ser real.

J. William Polidori

Lady Caroline Lamb

Lord Byron
Una composición curiosa la que formaron tanto personajes reales como imaginarios. Lord Byron fue amante de Lady Caroline Lamb. John William Polidori, a su vez, fue el médico personal de Lord Byron. Ni Lamb ni Polidori sentían un afecto especial hacia Byron, sino todo lo contrario.
La vida está llena de casualidades. Tal vez se conocieran personalmente, o tal vez no, hasta incluso es posible que la autora decidiera prestar el nombre de su personaje. Quién sabe. El caso es que el destino quiso que el famoso vampiro de Polidori apareciera publicado y atribuido, antes que a este, a la excelsa pluma de Lord Byron.
*Si os apetece cotillear, aquí os dejo una copia digital de la edición original, en tres volúmenes (en inglés), de Glenarvon: